La recompensa por su trabajo es de diez dólares por asesinato. Brad, quien trabaja como asesino en la Nueva York de mediados del siglo XIX, recibió la orden del jefe de la banda de gangsters para la que trabaja de proteger a su hijo Kip. Sin embargo, debido a las acciones crueles e inhumanas de Kip, Brad no pudo contener su ira e intentó matarlo, ignorando la orden de su jefe. Esto se convertirá en el detonante de un incidente que generaría un gran revuelo en la ciudad.